La pandemia evitó durante dos años la realización del tradicional evento que busca festejar y consagrar a Nuestra Señora de Fátima. La peregrinación comenzó a las 6 y tuvo como destino el Centro Espiritual Fátima en el que se celebraran hasta las 19 diversas ceremonias religiosas solicitando por la paz en el mundo, la patria, la misericordia, los jóvenes y la comunidad.

Este domingo a las 6, bajo el lema “Madre de la paz, guíanos en el camino de la misión”, partieron cientos de fieles desde la Catedral San José de Posadas con destino al Centro de Espiritualidad Fátima.

“Llegar hasta acá, con dolor de pierna, fue un logro”, mencionó una de las devotas que realizó la procesión. “Pido por todos los enfermos que se encuentran en sus camas”, añadió conmovida.

En el lugar, celebraron la Solemne Misa al aire libre presidida por monseñor Juan Rubén Martínez. Luego, continuaron homenajeando a la Virgen con cantos especiales dedicados a ella. El reencuentro “fue una bendición enorme, los chicos que tienen fe, que necesitan estar en la Iglesia se sintieron muy encerrados y volver a servir, a sentir la presencia de Dios, emociona”, mencionó uno de los servidores. “Nos da ganas de seguir y acercar a más jóvenes”.

“Me dio escalofríos volver a ver a esta cantidad de gente con tanta emoción, llegaron llorando de alegría”, relató uno de los fieles abocados mantener la seguridad de la fiesta. “Nos pone contentos ver a tantos peregrinos agradeciendo a mamá María”.

Los devotos oraron por la paz del mundo, pidieron por el fin de las guerras y de la pandemia. Algunos solicitaron ayuda para sus familiares, la recuperación de la salud o mayor unión en las familias. “Están muriendo inocentes pero en una guerra nadie gana, hay que aprender esto, pedir misericordia”, comentó una de las presentes. 

Dos meses antes, sábados o domingos, comienza la organización de la fiesta patronal. Los servidores, chicos que forman parte de la comunidad, son asesorados por un sacerdote y por los fieles con más experiencia. “Participen, acérquense a las comunidades parroquiales, la Virgen María nos transmite un mensaje de fe y de amor con esta procesión”, destacó uno de los peregrinos.

“Los jóvenes que se acercan lo hacen porque sienten ganas”, explicó uno de ellos que colabora hace 8 años en la coordinación.  “Ayer realizamos la última formación y la división de los servicios”. 

Para diferenciarse utilizaron diversos colores de chalecos y trabajaron de manera rotativa para mantener el predio y los sanitarios limpios, la seguridad y notificar información importante a los coordinadores. 

Diversos puestos de comida, bebida y objetos religiosos estuvieron a disposición de los visitantes que, después de la Eucaristía, disfrutaron de los platos y licuados.

Durante la tarde continuarán las ceremonias religiosas pidiendo por la armonía, la vida, la misericordia, la patria, los jóvenes y la comunidad.