
«Hola, Jesús, te pido por…». 5 recordatorios de cómo deben ser nuestras peticiones (¡mejorémoslas!)
Sabemos (espero) que la oración es un anticipo del cielo: «Nuestra vida valdrá lo que valga nuestra oración» (Marthe Robin). Es un diálogo que se da en un dialecto divino, donde el corazón da un salto desde la tierra hasta la eternidad. Incluso las más despistadas, tienen algo del sabor de lo infinito.